Durante el verano, debido a las altas temperaturas, el número de golpes de calor y de personas que sufren deshidratación aumenta, por ello, una buena hidratación es imprescindible especialmente en los meses de verano.
Sin embargo, el agua no es la única opción que resulta ser una buena fuente de hidratación, sino que en una alimentación variada también se pueden encontrar.
La importancia de una dieta variada y equilibrada
Cuando se habla de alimentación adecuada y saludable, aparece el concepto de dieta equilibrada. Pero no debe confundirse el consumo de ciertos alimentos saludables de la dieta habitual con el seguimiento de una dieta correcta, ya que, por ejemplo, el mero aporte de algunas hortalizas o frutas no es suficiente para considerar la dieta como equilibrada, dado que puede presentar otros desequilibrios importantes.
De forma práctica se puede considerar que una dieta es equilibrada al cumplir con las siguientes condiciones:
- Tener un equilibrio energético
- Poseer un perfil calórico y lipídico equilibrado
- Contribuir adecuadamente a las ingestas recomendadas de vitaminas y minerales
- Cubrir otros objetivos nutricionales y las pautas de distribución de comidas
- Y actualmente, también debe cumplir otros aspectos como:
- Respetar los hábitos alimentarios de la población a la que va destinada
- Que sea grata al paladar
- Que sea sana, segura e inocua
Aspectos a tener en cuenta en la alimentación durante el verano
Aportar alimentos de los principales grupos en las cantidades adecuadas es necesario para el funcionamiento diario del organismo. No solo esto, sino que puede mejorar el estado de salud y prevenir la aparición de algunas enfermedades.
En verano, también es aconsejable tener presente estas premisas:
Hidratación
Aumenta la ingesta de agua y bebe incluso antes de que tengas sensación de sed.
Dieta mediterránea
Sigue un patrón de dieta mediterránea todo el año, pero especialmente en verano. La idea es promover la ingesta de alimentos poco procesados y favorecer la de alimentos frescos.
Eliminar las bebidas calóricas
Esto siempre, si se quiere controlar el peso. Lo ideal es sustituir las bebidas azucaradas por agua, bebidas “sin azúcar” e infusiones.
Moderar el consumo de carne
De carne roja, sobre todo. Se aconseja tomar a la semana más raciones de pescado que de carne.
Moderar la ingesta de comida
Opta por comidas más ligeras y controla el consumo de aquellos alimentos que, aun siendo saludables, aportan más calorías como los frutos secos, la pasta o el arroz.
Sencillez en las recetas
De esta forma se reduce el aporte calórico de las preparaciones muy elaboradas. Además, optando, por ejemplo, por verduras crudas, consigues aprovechar todas sus vitaminas y minerales.
Limitar el consumo de grasas
Y limitar no significa eliminar, porque las grasas son necesarias. Opta por el aceite de oliva y por elaboraciones a la plancha, en su jugo o cocidas.
Los helados, ocasionalmente
Hay que tener presente que los helados no son alimentos fundamentales para una dieta saludable. Por lo que se recomienda un consumo ocasional, teniendo presente su composición nutricional.
Verduras y frutas de temporada
El verano es una época de numerosas verduras y frutas que, además de hidratarnos, aportan pocas calorías.
¿Por qué tomar alimentos de temporada?
Con los cambios de estación también cambian los alimentos que debemos consumir. Es cierto, que en la época actual se puede disfrutar de cualquier alimento durante todo el año, pero es importante saber los motivos por los que es importante tomar alimentos de temporada.
Se dice que un alimento es de temporada cuando el alimento en cuestión ya sea hortaliza, fruta o verdura, se encuentra en el momento óptimo de maduración y, por tanto, con la mayor cantidad de vitaminas y minerales. Pero no solo eso, sino que también el consumo de alimentos de temporada aporta otros beneficios:
- Además, de la mayor cantidad de vitaminas y minerales, en el caso de las frutas, su contenido en azúcar es el apropiado.
- Son alimentos más saludables que han crecido de manera natural sin ayuda de ninguna sustancia que acelere su crecimiento
- El color, olor, textura y aroma, es decir, sus características organolépticas se encuentran inalteradas y en su máximo esplendor
- Conocer los productos de temporada te facilita la decisión a la hora de las preparaciones culinarias
- Producto de temporada implica más cantidad disponible en el mercado y, por tanto, precios más bajos
Los alimentos de temporada responden a una necesidad del cuerpo humano. En invierno, con el frío y la falta de sol, nuestro organismo, por ejemplo, reclama más nutrientes y vitamina C, y coincide con la temporada alta de verduras ricas en minerales como los puerros, las coles, las espinacas y los cítricos, sinónimo de vitamina C. En verano, con el calor, hay un menor gasto calórico, pero se necesita más agua y corresponde a la época de tomates, melones, sandías, lechugas, calabacines, …
Las mejores verduras y frutas para el verano
El verano es una época en la que se dispone de muchas frutas y verduras.
Respecto a las frutas pueden ser la base de recetas para mermeladas caseras, tartas, batidos o sorbetes de fruta. Pero debe tratarse siempre de una excepción y no la norma. Se debe intentar optar por consumir piezas enteras de fruta y sin cocinar.
En verano, hay infinidad de frutas jugosas y refrescantes que aportan ese extra de agua que se necesita en esta época calurosa. Frutas, como la sandía, que alcanza casi el 90% de agua en su composición, es un ejemplo al que se puede añadir el melocotón, el melón, las ciruelas, cerezas, albaricoques, nectarinas, mango, en fin, una larga lista.
En cuanto a las verduras es importante destacar que, durante esta época, es decir, las verduras de temporada son ricas en betacarotenos lo que garantiza un aporte de vitamina A (los betacarotenos son precursores de esta vitamina) y, como antioxidantes, protegerán de los efectos de la radiación ultravioleta sobre nuestra piel. En ese sentido, la zanahoria es un clásico.
También son verduras con alto contenido en agua para hacer más refrescante su consumo y con un alto contenido en vitaminas como sucede con la lechuga, el calabacín, el pepino, tomate, cebolla, remolacha, judías verdes…
Y si su consumo es en crudo, mucho mejor.
En resumen, al consumir verduras y frutas de temporada, aportaremos una buena cantidad del agua y micronutrientes que necesita nuestro organismo en esta época y la fibra necesaria para que nuestra microbiota permanezca saludable.
¡A la rica fruta y verdura!
BIBLIOGRAFIA
https://www.cun.es/chequeos-salud/vida-sana/nutricion/dieta-equilibrada
