En un mundo, como el actual, donde pasamos horas frente a pantallas, ya sea por trabajo o por placer, nuestros ojos sufren y lo pasan francamente mal. La sequedad ocular es una molestia cada vez más común, incluso entre los jóvenes. Pero ¿por qué ocurre? ¿Cómo podemos prevenirla y aliviar sus síntomas? Una mirada fresca y saludable depende de muchos factores y de su cuidado.
¿Ojo seco? ¿Con qué síntomas se manifiesta?
La sequedad ocular, también conocida como «ojo seco», es una afección que ocurre cuando nuestros ojos no producen suficientes lágrimas de forma natural, no son de buena calidad o cuando estas se evaporan demasiado rápido. La consecuencia es que no se proporciona, de manera adecuada, la herramienta necesaria para una correcta lubricación del ojo.
Las principales funciones de la lágrima son:
- Nutrir la córnea con oxígeno
- Mantener hidratada y lubricadas la superficie del ojo favoreciendo el parpadeo
- Al crear una superficie lisa y transparente, favorece la visión
- Gracias a su composición con anticuerpos y enzimas, ejerce un acción antibacteriana
- Contribuir a la eliminación de partículas y evitar la irritación
La ausencia de lágrima y, por tanto, la aparición de sequedad ocular puede provocar:
- Sensación de arenilla o cuerpo extraño en los ojos.
- Fatiga ocular, especialmente después de varias horas frente a una pantalla.
- Irritación ocular, enrojecimiento y picor.
- Visibilidad borrosa intermitente.
- Sensibilidad a la luz.
Si estos síntomas no se tratan a tiempo, pueden afectar la calidad de vida, causando molestias constantes y dificultando actividades diarias como leer, conducir o trabajar frente a una pantalla y, complicaciones a largo plazo.

¿Es un problema asociado a la edad? ¿Qué factores favorecen su aparición?
Tradicionalmente, el ojo seco afectaba más a personas mayores. Sin embargo, el aumento del uso de dispositivos digitales ha hecho que también se presente en jóvenes y adultos activos. Estos son algunos de los principales factores que favorecen su aparición:
¿Quieres dejar el móvil un ratito?
La exposición prolongada a las pantallas, smartphones y otros dispositivos electrónicos, obliga a mirar fijamente una pantalla y reducir el parpadeo, lo que favorece la evaporación de la lágrima. De hecho, estudios indican que cuando usamos pantallas digitales parpadeamos hasta un 60% menos de lo habitual.
¡Qué ganas de llegar a casa y quitarme las lentillas!
El uso de lentes de contacto puede alterar la estabilidad de la película lagrimal y aumentar la sequedad, especialmente si se usan durante mucho tiempo a lo largo del día o si no se humectan adecuadamente.
¿No hace mucho calor en esta habitación?
El uso de calefacción o con aire acondicionado reducen la humedad del ambiente, favoreciendo la evaporación de la lágrima y aumentando la irritación ocular.
Para una buena vista ¡come zanahorias!
No se trata solamente de comer zanahorias, una alimentación pobre en ácidos grasos esenciales, el consumo excesivo de cafeína y la deshidratación pueden afectar la producción de lágrimas.
¡Cada vez veo peor!
Especialmente en mujeres, los cambios hormonales durante el embarazo, la menopausia o el uso de anticonceptivos pueden afectar la producción de lágrimas.

Hábitos para prevenir y aliviar la sequedad ocular
Aunque el ojo seco puede ser molesto, hay muchas formas de prevenirlo y aliviar sus síntomas:
Parpadea más y haz pausas visuales
Cuando miramos una pantalla, parpadeamos menos de lo normal, lo que provoca una evaporación más rápida de la lágrima. Intenta recordar parpadear con frecuencia y aplica la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mira a un punto a 20 pies (6 metros) de distancia durante 20 segundos. Además, realizar ejercicios oculares, como cerrar los ojos durante unos segundos y moverlos en distintas direcciones, puede ayudar a reducir la fatiga ocular.
Mantén una buena hidratación
El agua es fundamental para la salud ocular. Beber al menos 2 litros de agua al día ayuda a mantener la hidratación del cuerpo y de los ojos. También es recomendable consumir alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el salmón, las nueces y las semillas de lino, ya que estos nutrientes ayudan a mejorar la calidad de la película lagrimal y a reducir la inflamación ocular.
Evita el aire seco y el viento directo
El aire seco contribuye a la evaporación rápida de la lágrima. Para evitarlo:
- Usa humidificadores en espacios con calefacción o aire acondicionado.
- Evita el uso excesivo de ventiladores o aire acondicionado que apunten directamente al rostro.
- Cuando salgas al exterior en días ventosos, usa gafas de sol para proteger tus ojos.
Usa gafas de protección
Si pasas mucho tiempo frente a una pantalla, las gafas con filtro de luz azul pueden ayudar a reducir la fatiga ocular y el impacto de la luz artificial en la producción de lágrimas. Para quienes trabajan al aire libre, las gafas de sol con filtro UV son esenciales para proteger los ojos de la radiación y evitar que la sequedad ocular empeore.
Acude regularmente a tu oftalmólogo
Hayas o no hayas tenido problemas o molestias en los ojos, se recomienda acudir con regularidad al oftalmólogo a partir de los 4 años, que es la edad en la que se aconseja la primera revisión, siendo anual hasta los 20 años y pasando, posteriormente, a revisiones recomendadas cada dos años.
Aplica lágrimas artificiales
El uso de colirios o sprays hidratantes, en general, y a base de ácido hialurónico y liposomas de lecitina con vitamina E, en particular, puede restaurar la capa hidrolipídica del ojo, proporcionando hidratación y protección prolongada. En la actualidad, se comercializan sprays que se aplican cómodamente sobre los ojos cerrados.

La importancia de los colirios con ácido hialurónico y liposomas
Los colirios o sprays con ácido hialurónico tienen una gran capacidad de retención de agua, lo que ayuda a mantener la hidratación y mejorar la estabilidad de la película lagrimal. Esto es especialmente útil para quienes experimentan sequedad ocular por el uso prolongado de pantallas o el uso de lentes de contacto.
Por otro lado, los liposomas de lecitina y la vitamina E refuerzan la capa lipídica del ojo, reduciendo la evaporación de las lágrimas y proporcionando una sensación de alivio duradera. Estos ingredientes también tienen propiedades antioxidantes que protegen las células oculares del daño oxidativo causado por la luz azul y otros factores ambientales.
Incorporar estos productos en la rutina diaria puede marcar una gran diferencia en la comodidad visual y la salud ocular a largo plazo.
La sequedad ocular es un problema en aumento, pero con pequeños cambios en tu rutina puedes proteger tus ojos y evitar molestias. Cuidar tus ojos es tan importante como cuidar tu piel o tu alimentación. ¡No los descuides! Y recuerda: tus ojos son como un buen filtro en redes sociales, si no los cuidas bien, todo se verá borroso. ¡Protégelos!
BIBLIOGRAFIA
https://www.clinicabaviera.com/ojo-seco












