Es importante cuidarse durante todo el año y mantener unos hábitos saludables, especialmente si sufrimos de digestiones pesadas y difíciles, pero en verano es más probable que descuidemos nuestra dieta. Chiringuitos de playa, mayor descontrol horario, más comidas fuera de casa, cambios en las horas de sueño… Todo esto, puede perjudicar a nuestro sistema digestivo y provocar que nuestras digestiones en verano sean más pesadas.

¿Cuáles son los problemas digestivos más frecuentes en verano?
Durante el verano se pueden producir diferentes problemas digestivos que son frecuentes debido a factores como el calor, la comida y bebida abundante, y los cambios en los hábitos alimentarios. Algunos de los problemas más comunes incluyen:
- Deshidratación. El calor del verano puede hacer que perdamos más líquidos a través de la transpiración, lo cual puede llevar a la deshidratación. Esto puede afectar a la función digestiva y causar estreñimiento.
- Indigestión. Las comidas abundantes y pesadas, como las barbacoas, pueden generar acidez estomacal, ardor de estómago y malestar general en el sistema digestivo.
- Diarrea del viajero. Si te vas de vacaciones a un destino donde hay diferencias en la higiene del agua y los alimentos, puedes correr el riesgo de contraer diarrea del viajero, que es causada por bacterias o parásitos en los alimentos o el agua contaminada.
- Intoxicación alimentaria. El aumento de las temperaturas favorece el crecimiento de bacterias en los alimentos si no se refrigeran correctamente. Esto puede llevar a la intoxicación alimentaria, que se caracteriza por síntomas como vómitos, diarrea y dolor abdominal.
- Alergias e intolerancias alimentarias. Durante el verano, es más común encontrarse con alimentos frescos como frutas y mariscos, los cuales pueden desencadenar reacciones alérgicas en las personas sensibles. Además, algunas personas pueden experimentar intolerancias alimentarias a ciertos alimentos más consumidos durante esta temporada.

¿Cómo puedo mejorar la digestión en verano?
Las digestiones en verano se vuelven más lentas y es uno de los problemas digestivos más frecuentes en esta época del año. La digestión es el proceso a través del cual el organismo obtiene las sustancias que necesita para desarrollar sus funciones a través de los alimentos digeridos.
Durante los días de verano, debido al calor, tendemos a sentirnos con menos apetito, las digestiones se vuelven más lentas y sentimos tener mayor somnolencia.

Consejos para facilitar la digestión
Para mejorar las digestiones en verano, prueba con estos consejos:
- Prepara comidas ligeras. Con alto contenido de alimentos refrescantes e hidratantes, que resulten fáciles de digerir: gazpachos, ensaladas, pasta con verduras…
- No te saltes ninguna comida. Es mejor comer con regularidad y poca cantidad.
- Mantén la ingesta apropiada de proteínas diaria. En verano mejor con quesos frescos, leche, yogurt…
- Mucha hidratación. Es muy importante, en verano, mantener el cuerpo hidratado. Hay que beber mucha agua para reponer el líquido que perdemos con el sudor, principalmente a través de agua, pero también con frutas naturales.
- Evita el café después de la comida, porque produce acidez. Puedes sustituir el café por un poleo o un té de hierbabuena.
- Ingiere probióticos. La ingesta de probióticos como complementos alimenticios facilita la digestión especialmente en verano. Los probióticos son microorganismos vivos que, cuando se administran en la cantidad adecuada, ejercen un efecto beneficioso sobre la salud del huésped. La toma de probióticos puede ser un buen aliado a la hora de mejorar el perfil de la microbiota intestinal y, por tanto, de las digestiones. De manera especial, ayudan en aquellas alteraciones que pudieran derivarse de la toma de dietas inapropiadas.
- Haz ejercicio con regularidad. Hacer ejercicio de manera regular es una buena costumbre que ayuda a evitar las digestiones pesadas. Uno de los más indicados sería la natación, completo y refrescante.

Plantas que te pueden ayudar con las digestiones en verano
Si estas pautas no consiguen mejorar tu digestión, ¿has probado con complementos alimenticios a base de plantas y enzimas digestivas que pueden conseguir que tengas una adecuada digestión? Te contamos algunas:
Hinojo
El hinojo (Foeniculum vulgare) es una planta que se ha utilizado tradicionalmente para aliviar los problemas digestivos. Entre sus beneficios destacamos:
- Alivio de gases e hinchazón. El hinojo contiene ciertos compuestos como el anetol, la fenchona y el estragol que ayudan a relajar los músculos del tracto gastrointestinal y reducir la producción de gas.
- Estimulación de la digestión. Al mejorar el flujo de bilis, facilita la digestión de las grasas.
- Propiedades antiespasmódicas. Ayuda a reducir los espasmos y los calambres del intestino, lo que alivia el dolor abdominal.
Jengibre
El jengibre (Zingiber officinale) es una raíz con potentes propiedades digestivas y antiinflamatorias. Sus beneficios incluyen:
- Aumento de la motilidad gástrica. El jengibre puede acelerar el vaciado gástrico, ayudando a mover los alimentos a través del sistema digestivo de manera más eficiente.
- Reducción de las náuseas. Es conocido por su capacidad para aliviar las náuseas y el mareo, incluido el malestar matutino durante el embarazo.
- Propiedades antiinflamatorias. Contiene gingerol, un compuesto antiinflamatorio que puede reducir la inflamación en el tracto digestivo.
- Estimula la producción de enzimas digestivas. Estas facilitan la descomposición y absorción de los nutrientes.
Bicarbonato de sodio
Este compuesto alcalino se ha utilizado durante mucho tiempo para tratar la indigestión por los siguientes beneficios:
- Neutralización del ácido estomacal y equilibrio del pH. Actúa como un antiácido, neutralizando el exceso de ácido en el estómago y aliviando la acidez estomacal y el reflujo ácido.
- Alivio rápido de la indigestión. Proporciona alivio rápido de los síntomas de la indigestión y el ardor de estómago.
Por tanto, el uso combinado de hinojo, jengibre y bicarbonato de sodio puede proporcionar un enfoque integral para mejorar la digestión al abordar múltiples aspectos del proceso digestivo.

Y si me he excedido con la comida y con la bebida, ¿qué hago?
Hay determinadas ocasiones, ya sean laborales o circunstancias sociales, en las que nos resulta inevitable comer y beber de manera inadecuada. Para estos momentos, puede ser recomendable el uso de complementos alimenticios a base de plantas con acción hepatoprotectoras que te ayuden. Destacamos:
Cardo mariano (Silybum marianum)
Estos son sus beneficios:
- Protección y regeneración del hígado. Contiene silimarina, un compuesto que ayuda a proteger las células del hígado y promover su regeneración. Esto es especialmente útil después de consumir alcohol en exceso.
- Desintoxicación. Ayuda al hígado a eliminar toxinas, mejorando su función general.
- Alivio de la indigestión. Puede ayudar a reducir los síntomas de la indigestión y mejorar la digestión en general.
Cola de caballo (Equisetum arvense)
La cola de caballo es una planta diurética y remineralizante. Sus beneficios incluyen:
- Propiedades diuréticas. Ayuda a eliminar el exceso de líquidos del cuerpo, lo que puede ser útil si sientes hinchazón o retención de líquidos después de comer y beber en exceso.
- Apoyo al sistema urinario. Puede mejorar la función renal y ayudar a limpiar las vías urinarias.
- Proporciona minerales esenciales que pueden ser beneficiosos para el cuerpo después de una excesiva ingesta de alimentos y bebidas.
Boldo (Peumus boldus)
Esta planta ha sido tradicionalmente utilizada para tratar problemas digestivos, y queremos destacar los siguientes beneficios:
- Estimula y mejora la función hepática.
- Alivia la indigestión porque consigue reducir los gases y la hinchazón.
- Cuenta con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Protege, además, el hígado del daño oxidativo.










