La cistitis es una infección del tracto urinario inferior que afecta principalmente a la vejiga y suele estar causada por bacterias, siendo Escherichia coli la más frecuente. Se manifiesta con síntomas como ardor al orinar, urgencia miccional y aumento de la frecuencia urinaria.
Es una patología mucho más frecuente en la mujer que en el hombre debido a diferencias anatómicas: la uretra femenina es más corta y está más próxima a la región perianal, lo que facilita la colonización bacteriana del tracto urinario. Además, diversos factores pueden aumentar la predisposición a padecer cistitis de repetición, como el uso de ciertos anticonceptivos, la menopausia, las relaciones sexuales, la higiene inadecuada y el desequilibrio de la microbiota vaginal.
La importancia de la microbiota vaginal en la protección urinaria
Uno de los elementos clave para la prevención de la cistitis de repetición es el mantenimiento de una microbiota vaginal equilibrada. La microbiota vaginal está compuesta por diversas especies bacterianas, predominando los lactobacilos, que cumplen funciones esenciales en la protección del tracto urinario.
Los lactobacilos generan ácido láctico, que mantiene un pH vaginal ácido (alrededor de 3.5-4.5), lo que dificulta el crecimiento de bacterias patógenas. Además, producen sustancias antimicrobianas como bacteriocinas y peróxido de hidrógeno, que inhiben la proliferación de microorganismos perjudiciales. Cuando esta microbiota se altera, ya sea por el uso de antibióticos, el estrés, cambios hormonales o higiene excesiva, se crea un entorno propicio para la colonización de bacterias uropatógenas, favoreciendo las infecciones urinarias recurrentes.
Para fortalecer la microbiota vaginal y, como consecuencia, reducir el riesgo de cistitis de repetición, se recomienda el uso de probióticos vaginales que contengan cepas de Lactobacillus crispatus, Lactobacillus rhamnosus o Lactobacillus acidophilus, que han demostrado eficacia en la restauración del equilibrio microbiano y la prevención de infecciones urinarias.

Hábitos para mantener una mucosa urinaria saludable
Además del equilibrio de la microbiota vaginal, es fundamental adoptar ciertos hábitos que favorezcan la salud de la mucosa urinaria y reduzcan el riesgo de cistitis recurrentes:
- Hidratación adecuada: Beber suficiente agua (al menos 1.5-2 litros diarios) ayuda a diluir la orina y favorece la eliminación de bacterias a través del flujo urinario.
- Evitar la retención urinaria: Retener la orina durante largos periodos permite que las bacterias se multipliquen en la vejiga, aumentando el riesgo de infección. Se recomienda orinar con regularidad, al menos cada 3-4 horas.
- Higiene adecuada: La limpieza de la zona genital debe realizarse con jabones suaves, sin perfumes ni agentes agresivos que alteren la microbiota vaginal. Es importante limpiar de adelante hacia atrás tras usar el baño para evitar la propagación de bacterias desde el ano hacia la uretra.
- Evitar la humedad en la zona genital: La humedad favorece la proliferación bacteriana. Se recomienda utilizar ropa interior de algodón, evitar prendas sintéticas ajustadas y cambiar el traje de baño húmedo lo antes posible.
- Orinar después de las relaciones sexuales: Esto ayuda a eliminar posibles bacterias que hayan podido acceder a la uretra durante el acto sexual.
- Mantener una alimentación equilibrada: El consumo de alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, así como alimentos con propiedades antiinflamatorias (cúrcuma, jengibre), puede ayudar a fortalecer la mucosa urinaria y reducir la inflamación crónica del tracto urinario.
- Uso de complementos con arándano rojo y D-manosa: Estas sustancias han demostrado cierta eficacia en la prevención de infecciones urinarias recurrentes al dificultar la adhesión de E. coli a las paredes de la vejiga.
Conclusión
La cistitis de repetición es un problema frecuente en la mujer que puede afectar significativamente a la calidad de vida. Fortalecer la mucosa urinaria implica adoptar hábitos saludables y proteger el equilibrio de la microbiota vaginal, lo que contribuye a reducir el riesgo de infecciones recurrentes. La combinación de una hidratación adecuada, una higiene correcta, el uso de probióticos y suplementos específicos, así como una alimentación saludable, puede marcar una diferencia significativa en la prevención de la cistitis recurrente.
Referencias
Urine Is Not Sterile: Use of Enhanced Urine Culture Techniques to Detect Resident Bacterial Flora in the Adult Female Bladder. https://journals.asm.org/doi/10.1128/JCM.02876-13
Vaginal microbiome of reproductive-age women. https://www.pnas.org/doi/10.1073/pnas.1002611107
Non-antibiotic prevention of urinary tract infections: a review. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22150682/












