La circulación sanguínea es un aspecto clave para nuestra salud general, pero muchas personas no le prestan atención hasta que empiezan a notar molestias. Si alguna vez has sentido las piernas cansadas, pesadas o hinchadas, es probable que tu circulación venosa necesite un impulso. La buena noticia es que adoptar ciertos hábitos saludables puede marcar la diferencia.
Insuficiencia venosa crónica: el enemigo silencioso
Uno de los problemas circulatorios más comunes es la insuficiencia venosa crónica (IVC). Se produce cuando las válvulas de las venas no funcionan correctamente, dificultando el retorno de la sangre al corazón. Esto provoca acumulación de sangre en las piernas y puede derivar en varices, hinchazón y sensación de pesadez.
Sin un tratamiento adecuado, la IVC puede evolucionar y causar complicaciones más graves, como la formación de coágulos o incluso úlceras en la piel. Por eso, es importante conocer sus síntomas y tomar medidas a tiempo.

¿Cuáles son sus síntomas?
- Sensación de piernas cansadas o pesadas, especialmente al final del día.
- Hinchazón en los tobillos y pies debido a la acumulación de líquidos.
- Aparición de varices o venas visibles y dilatadas.
- Dolor, calambres nocturnos o sensación de hormigueo en las piernas.
- Cambios en la piel, como sequedad, oscurecimiento o descamación.
¿Quién puede verse afectado?
La IVC puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en:
- Mujeres (especialmente durante el embarazo o menopausia, debido a los cambios hormonales).
- Personas con trabajos sedentarios o que pasan muchas horas de pie sin moverse.
- Aquellos con antecedentes familiares de varices o problemas venosos.
- Personas con sobrepeso o que llevan un estilo de vida poco activo.
- Fumadores o personas con dietas ricas en sal y grasas saturadas, ya que afectan la elasticidad de las venas.
Factores que favorecen su aparición
La circulación venosa se ve afectada por distintos factores, algunos modificables y otros no. Conocerlos nos ayuda a tomar decisiones más saludables:
- Sedentarismo: la falta de movimiento hace que la sangre fluya más lentamente, lo que favorece la aparición de varices.
- Mala alimentación: el exceso de sal provoca retención de líquidos, mientras que las grasas saturadas afectan la salud de las arterias y venas.
- Uso de ropa ajustada: prendas demasiado ceñidas dificultan la circulación, especialmente en las piernas y la cintura.
- Hábitos poco saludables: el tabaco y el alcohol deterioran las paredes venosas y pueden agravar los síntomas de la IVC.

Hábitos saludables para mejorar la circulación
Afortunadamente, hay muchas formas de mejorar la circulación y prevenir la insuficiencia venosa. Aquí te dejamos algunos consejos clave:
- Muévete más
- El ejercicio es esencial para activar la circulación. Actividades como caminar, nadar o andar en bicicleta mejoran el flujo sanguíneo y fortalecen las paredes venosas. Si trabajas sentado, intenta levantarte cada hora y dar un paseo corto.
- Alimenta tus venas. Una dieta equilibrada es clave para la salud circulatoria. Aumenta el consumo de:
- Frutas y verduras: especialmente las ricas en vitamina C y antioxidantes, como los cítricos, los frutos rojos y los tomates.
- Alimentos con omega-3: como pescado azul, semillas de chía y nueces, que mejoran la elasticidad de las venas.
- Fibras: presentes en cereales integrales, legumbres y frutos secos, que ayudan a evitar el estreñimiento, un factor que puede empeorar la circulación venosa.
- Hidrátate bien
- Beber suficiente agua ayuda a que la sangre fluya mejor y evita la retención de líquidos. Lo ideal es beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
- Evita el sedentarismo
- Si pasas muchas horas sentado, levántate y estira cada hora. Evita cruzar las piernas por largos periodos, ya que esto puede dificultar el retorno venoso.
- Duerme con las piernas elevadas
- Colocar un cojín bajo los pies al dormir ayuda a mejorar el retorno venoso y reduce la hinchazón en las piernas.
- Usa ropa y calzado adecuado
- Evita ropa demasiado ajustada y usa calzado cómodo con un poco de tacón (ni demasiado alto ni completamente plano).
Flebotónicos y el poder de la vid roja
Además de los hábitos saludables, ciertos complementos pueden ayudar a fortalecer la circulación venosa. Los flebotónicos son sustancias naturales que mejoran la elasticidad de las venas, reducen la inflamación y alivian los síntomas de la insuficiencia venosa crónica.
Uno de los flebotónicos más efectivos es el extracto seco de hojas de vid roja, rico en flavonoides, que actúan como potentes antioxidantes y antiinflamatorios. Estas sustancias ayudan a reforzar las paredes venosas, mejorar el tono vascular y reducir la permeabilidad capilar, evitando la acumulación de líquidos y la hinchazón en las piernas.

Beneficios del extracto seco de hojas de vid roja:
- Mejora la elasticidad de las venas, favoreciendo el retorno venoso.
- Reduce la hinchazón y pesadez en las piernas, especialmente al final del día.
- Alivia la sensación de cansancio y fatiga
- Previene la aparición de varices y otros problemas venosos.
Este extracto se encuentra disponible en diferentes formatos, como cápsulas, comprimidos, geles y cremas tópicas, siendo un excelente aliado para quienes buscan mejorar la circulación de manera natural. Su eficacia ha sido respaldada por diversos estudios científicos, que han demostrado su capacidad para reducir la inflamación y mejorar la microcirculación.
Antes de incorporar cualquier flebotónico a la rutina diaria, es recomendable consultar con un profesional de la salud para garantizar su adecuado uso según las necesidades individuales.
La circulación sanguínea es clave para sentirnos bien y mantener nuestra calidad de vida. Pequeños cambios en nuestros hábitos pueden prevenir problemas venosos y ayudarnos a sentir las piernas ligeras y sin molestias.
Tus venas trabajan por ti cada día, dales un respiro con una vida saludable
BIBLIOGRAFIA
https://semergen.es/resources/files/noticias/venosaCrocina_1.pdf










