Casi la mitad de nuestra actividad cerebral se centra en el procesamiento de imágenes. Es una actividad constante que le confiere al sentido de la vista el primer puesto, en cuanto a importancia, en un supuesto ranking de sentidos. A mucha distancia, en segundo y tercer lugar se encontrarían el oído y el olfato. De ahí, la importancia del cuidado de los ojos.

La importancia de los cuidados del ojo
La importancia de cuidar la salud ocular radica en que nuestros ojos son uno de los órganos más importantes y delicados de nuestro cuerpo. A través de ellos percibimos el mundo que nos rodea, por lo que es esencial mantenerlos en buen estado para disfrutar de una buena visión a lo largo de nuestra vida. Además, una buena salud ocular contribuye a nuestro bienestar general, ya que los problemas visuales pueden afectar nuestra calidad de vida y limitar nuestras actividades diarias.
Una buena salud visual va más allá de tener una visión clara. Nuestra visión nos permite interactuar con nuestro entorno y comprender el mundo que nos rodea. Es crucial para nuestra capacidad de trabajar, estudiar, comunicarnos y disfrutar de las actividades diarias.
Es esencial para mantenernos seguros. Nos permite percibir obstáculos y peligros potenciales en nuestro camino, al conducir o realizar actividades al aire libre.
A lo largo de nuestra vida, una buena visión es fundamental para el desarrollo adecuado y el aprendizaje, para el desarrollo cognitivo, en definitiva.
Y también está relacionada con la salud mental ya que una visión deficiente puede causar fatiga ocular y dolores de cabeza, lo que afecta negativamente al estado de ánimo y bienestar emocional.
Los ojos son órganos sensibles, delicados y están menos protegidos que cualquier otro órgano de nuestro cuerpo. Con la edad los problemas de la vista se agravan a medida que van haciendo acto de presencia enfermedades que pueden afectar a la visión como la diabetes, glaucoma o la degeneración macular.
Aunque los ojos tienen sus mecanismos de defensa, se encuentran expuestos a las agresiones de agentes externos como el viento, el sol, la contaminación, el frío, el cloro. Además, en la actualidad, pasamos muchas horas delante del ordenador y otros dispositivos electrónicos.
Todo ello, reclama a gritos la necesidad de adquirir ciertos hábitos que garanticen el buen estado de salud de nuestros ojos. Aunque es francamente difícil porque son muchos los posibles consejos vamos a hacer lo posible por resumirlo en cinco. ¡Vamos allá!

1 Realiza descansos visuales
Cada vez estamos más tiempo frente a una pantalla, ya sea por trabajo o por entretenimiento, lo que provoca diversos síntomas que, sin duda, afectan a la calidad de vida y la concentración. Por eso es fundamental llevar a cabo periódicamente técnicas para descansar los ojos y relajarlos para evitar los síntomas relacionados con la fatiga ocular como la dificultad para enfocar, ojos secos, enrojecimiento, picor, lagrimeo, visión borrosa, dolor de cabeza y sensibilidad a la luz.
A veces, basta con cerrar los ojos para sentir alivio. Cierra los ojos durante 10 segundos y dirige tu atención a otro punto, de manera que al abrirlos no veas la pantalla del ordenador lo que te ayudará a relajar tu mente.
Es importante que, cada 20 o 30 minutos levantes la vista del ordenador. En ese sentido, la regla del 20-20-20 funciona…traducido, cada 20 minutos enfoca tu vista a una distancia de unos 6 metros (20 pies) durante 20 segundos.
Otra técnica que funciona es la de dirigir la mirada a un punto lejano y aumentar la velocidad de parpadeo durante unos 10 segundos con lo que ayudarás a aumentar la lubricación del ojo.
Por último, realiza movimientos oculares a derecha e izquierda, arriba y abajo y circulares para relajar la musculatura ocular.
2 Protege tus ojos del sol
La radiación ultravioleta del sol no solo es peligrosa para la piel, sino que también puede provocar diferentes problemas oculares.
La exposición moderada al sol tiene múltiples beneficios, pero la exposición directa y continuada está relacionada con diferentes problemas oculares o la aceleración en su aparición como el ojo seco, las cataratas, degeneración macular, fotoqueratitis, melanoma ocular, nevus, pinguécula o pterigión.
Para contrarrestar los efectos negativos es importante buscar lugares sombreados cuando nos encontremos en el exterior, utilizar gorras o sombreros y, por supuesto, gafas de sol homologadas que garanticen, con sus filtros, una protección ocular adecuada.

3 Cuida el entorno de trabajo
En las rutinas diarias es donde más se pueden resentir nuestros ojos y en el entorno de trabajo es cuando, si las condiciones ambientales no son las adecuadas, pueden aparecer los problemas de sequedad, irritación y fatiga ocular.
Si tus rutinas diarias requieren esfuerzo ocular, es importante tener presente los descansos ya comentados anteriormente.
Es importante, ajustar la iluminación, no solo la de la pantalla del ordenador, sino también la iluminación ambiental, la cual, debe ser indirecta a la pantalla sobre la que estemos trabajando para evitar reflejos y contrastes excesivos.
En las pantallas de los dispositivos electrónicos no es recomendable el exceso de brillo y en el caso de la iluminación ambiental, en la medida de lo posible, hay que optar por la iluminación natural.
Por otro lado, es importante ajustar la distancia entre los ojos y la pantalla o la zona de trabajo. Se recomienda una distancia alrededor de los 50-60 centímetros.
Y, por supuesto, no olvides parpadear frecuentemente y de ponerte gafas de protección si tu trabajo así lo requiere.
4 Evita frotarte los ojos
Frotarse los ojos es uno de los actos reflejos que muchas personas realizan y que repiten de manera inconsciente muchas veces. Puede que mucha gente lo considere como una acción “inofensiva” que alivia los ojos, pero implica ciertos riesgos para la salud de nuestros ojos.
Un ojo seco, la fatiga ocular o la sensación de picor son las causas más habituales por las que nos frotamos los ojos.
Al frotarnos los ojos lo hacemos con las manos, los dedos o los nudillos “herramientas” que suponen una vía de transmisión de posibles agentes infecciosos. Además, dependiendo de la intensidad y la manera con la que lo hagamos podemos dar pie a la aparición de lesiones en la superficie corneal, derrames oculares, infecciones como la conjuntivitis o problemas estéticos como la aparición de arrugas perioculares. Es más, al frotarnos los ojos liberamos histamina que genera más picor y provoca un efecto bucle.
Procura extremar la higiene de manos y ojos para evitar posibles infecciones y con el fin de evitar esos picores que provocan la necesidad de frotarse los ojos puedes optar por colirios con liposomas, aloe y manzanilla que ayudarán a aliviar y calmar esas molestias y reparar la película hidrolipídica del ojo.

5 Realiza exámenes oculares regulares
La visita, al menos, una vez al año al oftalmólogo es esencial para mantener una buena salud ocular. Los exámenes oculares pueden detectar problemas de visión, enfermedades oculares y otras afecciones antes de que se conviertan en problemas mayores.
Independientemente de esa obligada cita anual, es recomendable acudir al oftalmólogo si detectas:
- Cambios en la visión, como visión borrosa, destellos de luz, manchas flotantes o pérdida repentina de la visión.
- Malestar ocular, dolor, ardor, picor o cualquier tipo de molestia para que se determine la causa y el mejor tratamiento.
- Ojos irritados, enrojecimiento persistente o secreciones que pueden ser indicativo de alguna alergia o infección ocular.
- Si has sufrido alguna lesión en el ojo, golpe, quemadura o algún objeto extraño.
- En el caso de tener antecedentes familiares de problemas oculares graves como es el caso del glaucoma.
- Y, por supuesto, para la corrección de los problemas de visión tipo miopía, astigmatismo, presbicia ya que una mala graduación puede acarrear problemas oculares.
En definitiva, consejos para una buena visión
¿Lo ves claro?
BIBLIOGRAFIA
https://iris.who.int/bitstream/handle/10665/364197/9789240056725-spa.pdf












