El verano es sinónimo de planes al aire libre, viajes, deportes acuáticos y días más largos. Sin embargo, también es la época en la que más personas manifiestan molestias oculares, aunque no tengan problemas de visión previos. ¿Por qué sucede esto?
La explicación está en la relación directa entre hidratación y salud ocular en verano. Factores como el calor, la radiación solar, el aire acondicionado y el cloro de las piscinas alteran la película lagrimal y resecan tus ojos, generando síntomas incómodos que pueden amargarte las vacaciones si no los previenes a tiempo.

La importancia de la hidratación para la salud ocular
Nuestros ojos están protegidos por la película lagrimal, compuesta principalmente de agua, lípidos y proteínas. Esta película:
- Lubrica y mantiene húmeda la superficie ocular.
- Elimina pequeñas partículas y cuerpos extraños.
- Nutre y protege frente a infecciones y agresiones externas
Si disminuye su cantidad o calidad, aparecen problemas como el ojo seco, la irritación ocular o la sensación de arenilla que tanto incomoda a quienes la sufren.
Factores del verano que comprometen tu salud ocular
Existen factores que, en verano, pueden afectar más a tu salud ocular:
- Altas temperaturas: aceleran la evaporación de la lágrima.
- Radiación UV intensa: genera inflamación, estrés oxidativo y daños en estructuras oculares profundas.
- Aire acondicionado y ventiladores: disminuyen la humedad ambiental, resecan el aire y, por tanto, tus ojos.
- Baños en piscina o mar: el cloro y la sal irritan la conjuntiva y la córnea.
- Viento y polvo: más comunes en la playa o en excursiones, dañan la película lagrimal.
- Uso prolongado de lentes de contacto: favorece la deshidratación ocular, especialmente si no se alterna con gafas
Patologías oculares más frecuentes en verano
Aunque no sufras problemas oculares crónicos, en verano pueden aparecer:
1. Ojo seco
La más frecuente. Se manifiesta como sensación de arenilla, quemazón, picor o visión borrosa transitoria. Afecta a más de un 30% de la población y en verano sus síntomas se agravan.
2. Irritación ocular
Enrojecimiento, lagrimeo y escozor tras la exposición al cloro, la sal o la contaminación ambiental.
3. Conjuntivitis irritativa
Inflamación no infecciosa de la conjuntiva, muy común tras baños prolongados en piscinas o exposición solar intensa.
4. Fatiga visual
En vacaciones, solemos abusar de móviles, tablets o ebooks para leer, mirar redes o series en el avión, coche o piscina, provocando cansancio ocular.
La relación entre hidratación y salud visual
Hidratación interna: beber agua para cuidar tus ojos
Si quieres cuidar tus ojos, empieza bebiendo suficiente agua. La deshidratación corporal reduce la producción de lágrima y altera su composición, favoreciendo la irritación ocular.
Consejo práctico:
- Bebe al menos 1,5-2 litros de agua al día.
- Prioriza frutas ricas en agua como sandía, melón, fresas y cítricos.
- Evita el exceso de alcohol y bebidas muy azucaradas que favorecen la deshidratación.

Hidratación externa: la clave para aliviar y prevenir molestias
Beber agua no siempre es suficiente, ya que el entorno reseca directamente la superficie ocular. Por ello, la hidratación externa con sprays oculares a base de liposomas de lecitina y vitamina E, pantenol, aloe o camomila, es fundamental para:
- Restaurar la capa lipídica de la lágrima, evitando su evaporación.
- Calmar la irritación y el enrojecimiento ocular tras exposición solar, baños o aire acondicionado.
- Proteger la superficie ocular frente a agentes irritantes externos
Una gran ventaja de este tipo de sprays es que pueden aplicarse con los ojos cerrados, son cómodos, no contaminan la solución como sucede con colirios, y pueden ser usados por toda la familia, incluidos niños, sin riesgos.
Medidas higiénico-dietéticas para cuidar tus ojos en verano
Aquí tienes las 7 claves prácticas para mantener la salud ocular en verano:
- Usa gafas de sol homologadas (UV400) para protegerte de la radiación ultravioleta.
- Mantente hidratado bebiendo agua regularmente, incluso sin sed.
- Aumenta el consumo de omega 3 y antioxidantes (salmón, nueces, espinacas, arándanos) para reforzar la salud ocular.
- Evita ambientes excesivamente secos, utiliza humidificadores si estás muchas horas con aire acondicionado.
- Aplica sprays oculares hidratantes antes y después de largas exposiciones al sol, piscina o aire seco.
- No te frotes los ojos si sientes molestias, usa sprays calmantes.
- Descansa de pantallas digitales siguiendo la regla 20-20-20: cada 20 minutos, 20 segundos mirando a 20 metros.
La ventaja de los sprays oculares con liposomas y vitamina E
En el mercado existen productos en forma de sprays oculares que contienen liposomas de lecitina, vitamina E, pantenol, aloe y camomila. Estos componentes contribuyen a:
- Hidratación profunda y duradera.
- Efecto antioxidante y antiinflamatorio gracias a la vitamina E.
- Acción calmante y reparadora por el pantenol, aloe y camomila.
- Aplicación cómoda y segura, incluso en niños, sin contaminaciones cruzadas.
Así, se convierten en un aliado imprescindible en el botiquín de verano para toda la familia.
Este verano, que el calor no te nuble la vista: hidrata tus ojos y disfruta cada mirada con claridad y bienestar.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.cofm.es/recursos/doc/portal/2015/10/26/cuidado-ocular-en-verano.pdf












