La infección de orina es un problema de salud común, especialmente entre las mujeres postmenopáusicas. Aunque puede parecer un tema menor, quienes lo padecen saben lo incómodo y limitante que puede ser. En este artículo vamos a explicar por qué ocurre, cómo prevenirlo y qué estrategias naturales pueden ayudarte a mantener a raya estas molestas infecciones.
¿Qué es la menopausia y cómo afecta al cuerpo?
La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, que suele aparecer entre los 45 y 55 años. Se define como el cese definitivo de la menstruación debido a la disminución de la producción de hormonas ováricas, principalmente estrógenos.
Esta disminución hormonal no solo afecta al ciclo menstrual, sino que también provoca cambios en diferentes partes del cuerpo, incluyendo el sistema urinario. Los tejidos de la vejiga y la uretra se vuelven más delgados y menos elásticos, lo que facilita la aparición de infecciones de orina. Además, la pérdida de estrógenos afecta la microbiota vaginal, disminuyendo la presencia de bacterias beneficiosas como los lactobacilos, que actúan como una barrera natural contra los microorganismos patógenos, reduciendo el pH.

¿Por qué son más frecuentes las infecciones de orina en mujeres postmenopáusicas?
Las infecciones de orina, también conocidas como infecciones del tracto urinario (ITU), se producen cuando las bacterias, generalmente Escherichia coli, llegan a la vejiga y se multiplican.
En la menopausia, varios factores aumentan el riesgo:
- Disminución de estrógenos: Afecta la microbiota vaginal protectora y reduce la acidez, facilitando el crecimiento de bacterias. Esto provoca un ambiente más propenso a la proliferación de microorganismos que pueden ascender hacia la vejiga.
- Cambios en la anatomía del tracto urinario: Los tejidos se vuelven más frágiles y secos, reduciendo la capacidad del cuerpo para defenderse. La uretra se acorta y pierde elasticidad, lo que facilita la entrada de bacterias.
- Incontinencia urinaria o vaciado incompleto de la vejiga: Lo que permite que las bacterias se acumulen. La orina residual puede convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias.
Síntomas de una infección de orina
Es importante identificar los síntomas de infección de orina para actuar rápido:
- Ardor o dolor al orinar, conocido como disuria, que suele ser el primer signo de alarma.
- Necesidad urgente y frecuente de orinar, incluso si solo se expulsan pequeñas cantidades de orina.
- Sensación de vaciado incompleto de la vejiga, lo que genera la necesidad de volver al baño poco después de haber orinado.
- Dolor en la parte baja del abdomen, una molestia constante que puede empeorar con la micción.
- Orina turbia o con mal olor, a veces acompañada de sangre (hematuria).
- En casos más graves, fiebre o escalofríos, lo que puede indicar una infección que se ha extendido a los riñones (pielonefritis).
Estrategias para prevenir las infecciones de orina recurrentes
Si sufres de infecciones urinarias recurrentes, hay varias estrategias que pueden ayudarte:
Hábitos de vida saludable
- Hidrátate bien: Bebe suficiente agua para mantener el flujo urinario y eliminar bacterias. Se recomienda al menos 1,5 a 2 litros de agua al día.
- Orina regularmente: No retengas la orina durante mucho tiempo. Orinar cada 2-3 horas ayuda a prevenir la acumulación de bacterias.
- Higiene adecuada: Limpia de adelante hacia atrás para evitar la propagación de bacterias del área anal a la uretra. Utiliza agua y un jabón suave sin perfumes.
- Ropa interior de algodón: Evita la humedad excesiva, que favorece el crecimiento bacteriano. Cambia la ropa interior diariamente.
- Evita productos irritantes: Duchas vaginales, desodorantes íntimos y jabones perfumados pueden alterar el equilibrio natural de la flora vaginal.
- Vaciar la vejiga después de las relaciones sexuales: Ayuda a eliminar bacterias que puedan haber entrado en la uretra durante el acto.

Opciones terapéuticas
- Terapia hormonal local: Algunas mujeres se benefician del uso de estrógenos vaginales, que ayudan a restaurar el equilibrio de la microbiota vaginal y mejoran la salud de los tejidos del tracto urinario.
- Antibióticos profilácticos: En casos recurrentes, el médico puede recetar pequeñas dosis para prevenir infecciones. Este tratamiento debe ser siempre supervisado por un profesional de la salud para evitar resistencia bacteriana.
- Probióticos vaginales: Ayudan a mantener una microbiota saludable. Los probióticos con lactobacilos específicos pueden reducir la recurrencia de las infecciones urinarias al restablecer la microbiota vaginal protectora. Además, en la farmacia puedes encontrar esos simbióticos con arándano rojo, D-manosa, quercetina, gayuba y brezo, que garantizan una acción más integral.
Alternativas naturales
Si prefieres soluciones naturales o complementarias, estas opciones pueden ser de interés:
- Cimicífuga (Cimicifuga racemosa): Utilizada para aliviar síntomas de la menopausia, como los sofocos y la sequedad vaginal. Aunque su efecto directo en la prevención de infecciones urinarias es limitado, puede mejorar el bienestar general, reduciendo el impacto de la menopausia en la salud.
- Alternativas naturales a la soja: Algunas mujeres optan por el líquido de linaza, el trébol rojo o suplementos ricos en fitoestrógenos para aliviar los síntomas menopáusicos. Estos compuestos imitan parcialmente la acción de los estrógenos, ayudando a mantener la salud vaginal y urinaria.
- Arándano rojo: Puede ayudar a prevenir la adhesión de bacterias a las paredes del tracto urinario, dificultando su proliferación. Se puede consumir de forma aislada o ya se comercializa junto con simbióticos específicos.
- D-manosa: Un azúcar natural que puede prevenir que las bacterias se adhieran a la vejiga. Su uso regular se ha asociado con una menor frecuencia de infecciones urinarias recurrentes. Al igual que el arándano rojo, también se incluye ya en complementos alimenticios junto con otros ingredientes activos.
Cuándo consultar al médico
No ignores los síntomas de una infección urinaria. Acude al médico si:
- Tienes fiebre, escalofríos o dolor en la parte baja de la espalda, lo que puede indicar una infección renal.
- Los síntomas no mejoran tras 48 horas de cuidados en casa o empeoran rápidamente.
- Estás embarazada o tienes enfermedades crónicas como diabetes, ya que el riesgo de complicaciones es mayor.
- Experimentas infecciones urinarias recurrentes, para evaluar la necesidad de estudios adicionales o tratamientos preventivos.
Tu salud urinaria es importante para tu bienestar general. Con pequeños cambios en tu rutina, el apoyo de soluciones naturales y el asesoramiento adecuado, es posible reducir la frecuencia de estas infecciones y disfrutar de una vida más cómoda y saludable.
BIBLIOGRAFÍA
https://www.sanidad.gob.es/biblioPublic/publicaciones/docs/urinarias.pdf









