A corto plazo el estrés puede dar pie a síntomas físicos y emocionales intensificados en forma de dolores de cabeza frecuentes, trastornos del sueño, cambios en el apetito, irritabilidad y dificultad para concentrarse.
La diarrea es una afección caracterizada por la evacuación frecuente y líquida o semilíquida de las heces. Puede variar en severidad y duración, desde un episodio agudo y autolimitado hasta una patología crónica.
La cistitis postcoital es una forma de infección urinaria que ocurre después de la actividad sexual. Es frecuente su aparición en mujeres jóvenes y sexualmente activas. Se caracteriza por los síntomas típicos de una ITU, que incluyen dolor y ardor al orinar, urgencia y frecuencia urinaria aumentada, y en algunos casos, hematuria (presencia de sangre en la orina).
Distintas enfermedades de la piel están relacionadas con la disbiosis intestinal y el intestino permeable. Algunas de las enfermedades de la piel más comunes a trastornos en el intestino son la dermatitis atópica, el acné, la rosácea, la psoriasis y la dermatitis seborreica.
Manejar el estrés y las emociones de manera efectiva es fundamental para controlar la ansiedad por comer. El estrés puede desencadenar antojos compulsivos y llevar a comer en exceso como una forma de escape emocional.
Para lograr una pérdida de peso saludable es importante seguir unos buenos hábitos de vida; un equilibrio, principalmente, entre alimentación y ejercicio físico. Es decir, no se trata de seguir dietas estrictas o de hacer ejercicio en exceso, sino de adoptar hábitos equilibrados y sostenibles a largo plazo
