Mejorar el sueño y la nutrición potencia tanto la respuesta inmune innata como la adaptativa, mientras que una microbiota equilibrada apoyo la homeostasis inmunitaria. Para intervenciones puntuales (suplementos, probióticos, ajuste de dosis de vitamina D) consulta con tu profesional de salud, especialmente si eres mayor o tienes enfermedades crónicas.
Con la edad, también perdemos diversidad microbiana, y eso influye en nuestra capacidad digestiva e inmunitaria. Pero, ojo, esto no significa que no se pueda hacer nada: de hecho, cuanto antes empecemos a cuidarla, mejor. El cuidado constante de la microbiota puede marcar una diferencia en la calidad de vida a largo plazo, reduciendo el riesgo de patologías crónicas.
La microbiota intestinal está formada por trillones de microorganismos que viven en perfecta armonía (en condiciones normales) dentro de nuestro sistema digestivo. Cada persona tiene una microbiota única, algo así como una huella dactilar microbiana, que depende de factores como la genética, la dieta, el ambiente y hasta el modo en que nacimos.
El tipo de antibiótico que puede ser usado depende de la infección a tratar, así como el formato, comprimidos, inyectables o pomada antibiótica. El médico es el responsable de recomendar el más apropiado.
La propia tos puede ser una de las causas. La tos es un síntoma persistente y molesto que es el primero en aparecer y el último en desaparecer dependiendo del problema respiratorio que se sufre. Hay que recordar que gracias a la tos se expulsan las secreciones que se pueden ver incrementadas por algún proceso infeccioso.
a glutamina es el aminoácido libre más abundante en plasma y tejidos (2% en el líquido extracelular y más del 60% en el músculo esquelético), representa el 50% del total de aminoácidos del organismo. Es utilizado por múltiples sistemas biológicos básicos. La producimos de manera endógena, es decir, la produce nuestro organismo. En individuos sanos, la producción diaria de glutamina es de 50-70 g.
