Cuando nuestro perro envejece o gana unos kilos de más, empieza a moverse más lento, le cuesta subir al sofá o duda antes de saltar del coche. No es que se haya vuelto perezoso: sus articulaciones están pidiendo ayuda. Las articulaciones en perros mayores se desgastan con el tiempo, y si además hay sobrepeso, ese desgaste se acelera. Pero lo bueno es que podemos hacer mucho para mejorar su calidad de vida y prevenir que vaya a más.
¿Por qué se resienten las articulaciones en perros mayores?
Igual que a nosotros, a los perros también les “crujen las rodillas” con los años. El cartílago articular, que actúa como amortiguador entre los huesos, se va deteriorando, provocando dolor, rigidez y pérdida de movilidad. Además, con la edad disminuye la producción de líquido sinovial (el lubricante natural de las articulaciones), lo que complica aún más su movimiento.
Y si a eso le añadimos el sobrepeso, el círculo se complica. Cada kilo de más supone una presión extra sobre las articulaciones, especialmente en caderas, rodillas y codos.

¿Cómo saber si a tu perro le duelen las articulaciones?
Algunos signos son muy evidentes:
- Le cuesta levantarse tras estar tumbado.
- Evita subir escaleras o saltar al sofá.
- Cojea tras dar un paseo largo.
- Se muestra más irritable o menos juguetón.
- Tiene menos ganas de moverse o se queda atrás en los paseos.
Si observas estos síntomas, no los tomes como “cosas de la edad”: pueden ser señales claras de artrosis o problemas articulares. Y cuanto antes actúes, mejor.
Cuidados básicos para mantener sus articulaciones sanas
Vigila su peso (de verdad)
Parece obvio, pero es el primer paso y muchas veces el más difícil. Si tu perro tiene sobrepeso, cada paseo será un reto para sus rodillas. Consulta con el veterinario para ajustar su alimentación. No hace falta que pase hambre, sino que coma mejor: menos premios y más pienso específico, por ejemplo.
Ejercicio sí, pero con cabeza
No se trata de ponerlo a correr media hora cuando lleva semanas inactivo. Mejor paseos cortos pero frecuentes. El movimiento suave ayuda a lubricar las articulaciones y mantener la musculatura activa.
Evita:
- Saltos bruscos (como subir y bajar del coche sin ayuda).
- Juegos muy exigentes como lanzar la pelota sin descanso.
- Superficies deslizantes dentro de casa (mejor poner alfombras antideslizantes).
Y si puedes, busca actividades de bajo impacto como la natación: muchos centros caninos ya ofrecen sesiones de hidroterapia.
Masajes y calor local
Después del paseo, puedes masajear suavemente las patas o la espalda. Usa tus manos o rodillos suaves para activar la circulación y aliviar tensiones. Aplicar calor local (una bolsa térmica templada envuelta en una toalla) también puede ayudar, siempre con cuidado de no quemarle.
Suplementos para sus articulaciones
Aquí entra la glucosamina, uno de los ingredientes más conocidos para cuidar las articulaciones, tanto en humanos como en perros. Ayuda a regenerar el cartílago y reducir el dolor. También son útiles la condroitina, el ácido hialurónico y ciertos ácidos grasos omega-3 con acción antiinflamatoria.
Consulta con el veterinario qué suplemento es el más adecuado, ya que no todos los productos del mercado tienen la misma calidad o dosis efectivas.
Revisión veterinaria y control del dolor
El veterinario puede recomendar radiografías, revisar su marcha y valorar si es necesario iniciar un tratamiento más completo. A veces se necesitan antiinflamatorios o rehabilitación. Pero no automediques: algunos medicamentos humanos son tóxicos para perros.

¿Qué posturas y hábitos debemos evitar?
- Que duerma en suelos fríos o muy duros: mejor una cama ortopédica con espuma viscoelástica.
- Que salte de superficies altas: ayúdalo con rampas o escalones para subir al sofá o al coche.
- Que pase muchas horas tumbado sin moverse: motívalo con juguetes o paseos cortos, aunque tenga menos ganas.
- Que viva en ambientes fríos y húmedos sin abrigo: sus articulaciones lo notan más.
Alimentación: más que solo pienso
Una buena dieta puede ser tu aliada. Apuesta por:
- Piensos específicos para perros senior o con problemas articulares.
- Alimentos ricos en omega-3, como el aceite de pescado.
- Antioxidantes naturales como la cúrcuma o el extracto de mejillón de labios verdes (que también ayudan a combatir la inflamación).
Y recuerda: lo importante no es que coma mucho, sino que coma lo que necesita.
Para llevar a casa: 3 ideas clave
- El dolor articular en perros mayores no es normal ni inevitable: podemos aliviarlo con buenos hábitos.
- Cuidar su peso, adaptar el ejercicio y ofrecer suplementos específicos puede marcar una gran diferencia.
- Escuchar y observar a tu perro es la mejor forma de detectar y prevenir problemas articulares a tiempo.












