La falta de vitamina D es un problema común en la sociedad actual y puede tener repercusiones negativas para la salud. Identificar los indicios de niveles bajos de esta vitamina es crucial para poder tomar medidas y garantizar un adecuado equilibrio nutricional.
Por el principio… ¿Qué es la vitamina D?
La vitamina D es conocida como la vitamina del sol. Las vitaminas se consideran como aquellos compuestos orgánicos que el organismo requiere como nutrientes en cantidades pequeñas. Si nos ceñimos a este concepto, se puede decir que la vitamina D, dado que los organismos vivos somos capaces de sintetizar la vitamina D gracias a la exposición al sol, más que una vitamina se puede considerar como una hormona. Pero, en términos generales, todo el mundo la conoce como vitamina ya que se la definió como tal porque su déficit se asociaba a la aparición de raquitismo por falta de calcio.
La vitamina D es una vitamina liposoluble de estructura química esteroidea. Se puede obtener a través de alimentos que la contengan y también la podemos sintetizar en la piel a partir del colesterol y la acción de la radiación ultravioleta del sol.
Se considera que, aproximadamente, el 80% de las necesidades diarias de vitamina D se obtienen de la exposición al sol.
Con el nombre de vitamina D se pueden incluir 4 moléculas diferentes:
Vitamina D2 (ergocalciferol)
Se encuentra en hongos y plantas que pueden sintetizarla por su exposición al sol. Cualquier variedad de seta expuesta al sol es capaz de dar lugar a la vitamina D2 por acción de la radiación ultravioleta sobre el ergosterol. Por lo tanto, la vitamina D2 proviene de fuentes vegetales.
Vitamina D3 (colecalciferol)
El aceite de hígado de bacalao y de otros pescados grasos contienen altas cantidades de vitamina D3. También se encuentra, de forma natural, en carnes, huevos, leche, cereales y granos integrales. Por lo que su origen fundamentalmente es animal.
En nuestro caso, también podemos sintetizar nuestra propia vitamina D3 a partir del colesterol.
La transformación de la vitamina D2 en formas activas es más rápida, pero tiene una vida útil más corta en el organismo. La vitamina D3 permanece más tiempo disponible, por lo que es más eficaz biológicamente hablando, por eso, cuando se quiere hacer una suplementación de vitamina D, se hace habitualmente con D3.
25-hidroxivitamina D (calcidiol, calcifediol o 25-hidroxicolecalciferol)
Se trata de un metabolito activo resultado del metabolismo de la vitamina D2 y/o D3. Se trata del metabolito de mayor vida media y paso previo para la síntesis del calcitriol.
1,25-dihidroxivitamina D (calcitriol o 1,25-dihidroxicolecalciferol)
Es el resultado final de la cadena de síntesis de la vitamina D. Se trata de la forma activa.
¿Por qué es tan importante la vitamina D?
A pesar de la pequeña cantidad diaria que se necesita, la vitamina D cumple con funciones muy importantes en el organismo:
- El calcitriol, la forma activa de la vitamina D, estimula la absorción intestinal de calcio, moviliza el calcio del hueso, reabsorbe el calcio desde el riñón y aumenta los niveles de calcio en plasma. Este circuito, controlado también por la hormona paratiroidea, ayuda a mantener los niveles de calcio en un rango normal en el organismo. Esta sería la función principal, pero los receptores de esta vitamina no solamente se encuentran en hueso, riñón e intestino, sino que están repartidos por numerosos tejidos.
- En ese sentido, tiene capacidad para regular la secreción hormonal como la insulina, relacionándose el déficit de vitamina D con la posible aparición de diabetes gestacional, tipo I, tipo II y síndrome metabólico.
- También actúa a nivel del sistema inmune ejerciendo un papel protector frente a la aparición de enfermedades con componente autoinmunitario y aquellas que cursen con un componente inflamatorio.
- La vitamina D ejerce un efecto sobre la hipertensión arterial de tal manera que unos niveles bajos de esta vitamina aumentan el riesgo cardiovascular.
- A su vez, esta “super” vitamina tiene efectos reguladores en el sistema nervioso central, interviniendo en la síntesis y liberación de neurotransmisores como la dopamina, el GABA y la serotonina, así como un efecto neuroprotector.
- Por último, cabe destacar su presencia influye en la proliferación y diferenciación celular.
¿Cuáles son las necesidades de vitamina D?
El calcidiol es el principal indicador de los niveles de vitamina D. No obstante, al existir una relación directa entre el nivel de vitamina D y el de la hormona paratiroidea (PTH), se puede controlar también de forma directa mediante el control de esta hormona.
Se consideran unos valores adecuados por encima de 30 ng/ml y por debajo de 20 ng/ml marca un déficit acusado de esta vitamina. Sin embargo, las necesidades varían a lo largo de la vida:
| Lactantes |
| Niños |
| Adolescentes |
| Adultos |
| Embarazo y lactancia |
| Menopausia |
| Tercera edad |
| 400 UI/día |
| 600 UI/día |
| 600 UI/día |
| 600 UI/día |
| 1500-2000 UI/día |
| 800-1000 UI/día |
| 800 UI/día |
Por el contrario, una dosis excesivamente alta de vitamina D puede resultar tóxica. Una concentración sérica a partir de 125 ng/ml aumenta el riesgo de toxicidad. No obstante, es poco probable alcanzar estos niveles con una alimentación adecuada y una exposición al sol responsable. Es decir, es mucho más probable presentar un déficit de esta vitamina que un exceso.
Consecuencias y síntomas de un déficit de vitamina D
La primera causa de déficit de vitamina D es una exposición al sol escasa que se puede ver agravada por presentar un fototipo de piel oscura o una piel envejecida que presenta una menor capacidad para sintetizar la vitamina.
Por otro lado, existe una relación inversa entre las concentraciones de vitamina D y la obesidad, es decir, a mayor peso menor cantidad de vitamina D.
También se puede relacionar con problemas de absorción intestinal que van a comprometer la llegada de provitamina D procedente de la dieta.
Problemas renales y el tratamiento con algunos medicamentos pueden ser también causa de una pobre disponibilidad de esta vitamina.
Las consecuencias de un déficit de la vitamina D es la osteomalacia, el raquitismo y laosteoporosis por una mala absorción de calcio y una hiperproducción de la hormona PTH.
También está asociado a una reducción de la masa y fuerza muscular, así como a la aparición de artritis y dolor crónico.
Por último, también se la relaciona con una mayor incidencia de infecciones.
Los signos y síntomas de la deficiencia de vitamina D, aunque en la mayoría de las personas no se manifiesten, pueden variar y confundirse con algunos presentes en otras afecciones. Los más frecuentes son:
- Letargo
- Infecciones frecuentes
- Mayor incidencia de enfermedades autoinmunes
- Empeoramiento de enfermedades crónicas ya existentes
- Dolores musculares
- Incapacidad para bajar peso
- Dolores lumbares y de huesos
El déficit de vitamina D se relaciona con un peor estado de salud general.
Habrá que prestar atención a estos posibles síntomas para prevenir y poner remedio a unos niveles bajos de vitamina D.
Para alcanzar unos niveles adecuados de vitamina D es importante tomar el sol de forma regular, llevar una dieta variada y equilibrada y recurrir, si fuera necesario, a complementos alimentación con vitamina D3 y vitamina K2 que aumenta la biodisponibilidad de esta vitamina.
¡Vamos a la calle antes de que se ponga el sol!
BIBLIOGRAFÍA
