La tos con flema es aquella que está acompañada por moco. También conocida como tos con expectoración, este tipo de tos está provocada por acumulación de mucosidad en las vías respiratorias.
No debe inhibirse el reflejo de la tos puesto que ello dificultaría la eliminación de las secreciones
Este tipo de tos en la mayoría de los casos, se debe a causas leves. Se acompaña, entonces, de esputo claro amarillento. Si el esputo es verdoso, marrón o con hebras de sangre, hay que consultar al médico para establecer un diagnóstico correcto.
Ciñéndonos a la situación más común, que es la del esputo transparente o amarillento, causado por una infección leve, en cualquier caso, la tos siempre es muy molesta y, generalmente, repetida. Esto puede llegar a alterar el descanso tanto para el que lo padece como para los que conviven con el enfermo.
¿Qué es la tos con flema?
La tos con flema o tos productiva es un mecanismo de defensa del aparato respiratorio. Se produce cuando las vías respiratorias, gracias a una serie de sensores que poseen, detectan que hay algo que está obstruyendo el paso del aire. La mayor parte de de las veces, ese obstáculo, tiene que ver con un aumento de secreciones bronquiales.
Cuando existe una inflamación de la vía aérea, como pasa con una infección vírica, se produce un aumento de las secreciones. Éstas pueden compactarse y formar auténticos tapones. A su vez, estos pueden servir de asentamiento para el crecimiento bacteriano. Por lo que todo ello puede agravar el cuadro.
Cuando el aparato respiratorio detecta esta obstrucción, se pone en funcionamiento el reflejo de la tos. Por este motivo, en la tos productiva, no se deben utilizar sustancias que inhiban el reflejo de la tos. ¿Y por qué? Porque la consecuencia puede ser el acúmulo excesivo de estas secreciones y su posterior sobreinfección bacteriana.
¿En qué se diferencian la tos seca y la tos con flema?
Se puede decir que no. Y es que se puede clasificar la tos si se acompaña o no de la aparición de mucosidad. Por tanto, si hay moco podemos decir que es una tos productiva, tos con flema o tos con expectoración. Mientras que si al toser no se elimina mucosidad, hablamos de tos seca, tos irritativa o tos improductiva.
Tos seca: causas, características y tratamientos habituales
Esta tos es aquella producida por una irritación de las vías respiratorias altas, con sensación de cosquilleo en la garganta, picores e, incluso, dolor de garganta.
Esta tos puede estar causada por diferentes factores como alergias, factores ambientales como la calefacción, aire acondicionado o, incluso, algunas infecciones. Para resumir. Vamos a mostrar una serie de características de la tos seca:

- Necesidad permanente de toser.
- Tos sin expectoración.
- Sensación de irritación, cosquilleo y sequedad en la garganta.
- La tos suena dura.
- No se afecta el pecho, no suena ni hay congestión.
- Suele dificultar el sueño por la noche.
- Produce cansancio.
Al ser tan molesta y fatigante, en general, para su tratamiento, suele aconsejarse suprimir la tos utilizando medicamentos antitusivos, independientemente de la causa que lo produce.
Tos con flema: causas y características
La tos con flema es una tos húmeda que ocurre cuando un alérgeno o germen patógeno entra en el sistema respiratorio y produce una reacción alérgica o una infección, respectivamente. Es una tos útil, pues evita que se acumulen las secreciones. Aunque, evidentemente, puede llegar a ser muy molesta para el paciente.
Destacamos las siguientes características de la tos con flema, tos productiva o tos expectorante:
- Tos húmeda.
- Hay producción de flema o moco.
- No hay picor de garganta.
- Suele empeorar por la mañana.
- El pecho se ve afectado. Existen ruidos (pitos) al respirar.
Tratamientos para la tos con flema
La tos con flema es un síntoma que acompaña a una serie de enfermedades de las vías respiratorias. Éstas van desde simples afecciones catarrales a situaciones más complicadas como bronquitis, neumonías o, incluso, la conocida gripe. Por tanto, hay que acudir al profesional sanitario si aparece la fiebre alta, secreciones sanguinolentas, malestar importante, escalofríos u otros signos de alerta.
También cuando la tos con flema dificulta la respiración y no se cura pasados los 5 días, es conveniente acudir al médico. Éste podrá solicitar una radiografía del pulmón y un examen de la flema o moco para poder diagnosticar la enfermedad. Tras ello, poner el tratamiento más adecuado.
Pero lo que debe quedar claro es que la tos con flema o tos productiva no debería ser suprimida, a no ser que afecte a la calidad de vida y al descanso del paciente y que le impida llevar una vida normal.
Existen medicamentos para la tos, los más utilizados tienen el objetivo de hacer que la expectoración sea menos viscosa y facilitar su eliminación. Se intenta mejorar la obstrucción de las vías respiratorias y la tos.
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Consejos para aliviar la tos con flema
Dado que esta tos no debe inhibirse y se recomienda facilitar la expectoración para, con ello, eliminar la mucosidad, vamos a dar unos cuantos consejos para aliviar la tos con flema. Entre estos destacamos:

- Limpiar la nariz haciendo nebulizaciones nasales con suero fisiológico. Mejor, antes de acostarnos. Conseguiremos limpiar las vías respiratorias superiores y dejar libre el camino para que otras secreciones puedan salir.
- Beber mucho líquido. Se recomienda 2 litros, como mínimo, de agua, zumos o té. Con ellos se consigue fluidificar el moco. Y es que el aparato respiratorio necesita agua para fabricar estas secreciones. Si no hay agua, el moco será más espeso y será más complicado salir.
- Humidificadores. Puede ser un buen remedio para mantener hidratadas las habitaciones. Hay que tener en cuenta que las calefacciones resecan mucho el ambiente de la casa. Esta sequedad no contribuye, en absoluto, a mantener la mucosa respiratoria en una buena situación.
- Beneficiarse de la toma de sustancias naturales como el extracto de hoja de Hedera helix (hiedra común). Es un principio activo muy conocido y usado para el tratamiento de la tos con flema. Ello es debido a que tiene un doble efecto. Por un lado, tiene un efecto espasmolítico, ya que consigue relajar el músculo bronquial y, por tanto, abrir las vías respiratorias. Y, por otro lado, tiene un efecto mucolítico, ya que ayuda a la fluidificación del moco.

Remedios naturales para la tos
- Tomar infusiones expectorantes, que faciliten la eliminación de la flema. Las infusiones tienen una triple función. Por un lado, se trata de agua que, como ya hemos dicho, favorece la fluidificación de las secreciones. Por otro lado, estas infusiones suelen tomarse calientes. El calor relaja el músculo bronquial y favorece la expulsión de las flemas. Pero además, tendrá una mayor utilidad si estas infusiones son de alguna de las muchas plantas que presentan un efecto beneficioso a nivel respiratorio. Entre estas destaca el hinojo, eucalipto, tomillo, polígala o gordolobo entre otras que tienen una comprobada acción expectorante.
- Aprovechar los beneficios de algunas sustancias naturales como la Hedera helix (hiedra común). Es uno de los principios activos naturales usados habitualmente para el tratamiento de la tos con mucosidad.
Recomendaciones para evitar infecciones
Por supuesto, no se puede olvidar otras recomendaciones generales que, por obvias, a veces no se tienen en cuenta. Por ejemplo, hay que abstenerse de fumar durante cualquier proceso respiratorio que curse con tos o no exponerse a ser fumador pasivo. Además, evitar los cambios bruscos de temperatura. Estar bien abrigado tanto en casa como en la calle, pero no de manera excesiva. Y, a ser posible, guardar unos días de reposo para ayudar al organismo a que pueda combatir la infección vírica que, probablemente, es la causa de todo el cuadro. Por supuesto, se debe consultar con el médico cuando aparezca fiebre alta, secreciones sanguinolentas, malestar importante, escalofríos u otros signos de alarma.













